Tratamiento de piscinas: Guía completa para su mantenimiento

17.12.2024

El tratamiento de piscinas es fundamental para asegurar la calidad del agua y la salud de los bañistas. Un buen mantenimiento incluye el control del volumen de agua, el pH y la desinfección adecuada. Conocer las técnicas y productos necesarios para tratar el agua ayudará a mantener la piscina en óptimas condiciones. Esta guía abordará desde la medición del volumen hasta la gestión de algas y la limpieza física de la piscina.

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Importancia del volumen de agua

El volumen de agua influye directamente en el tratamiento químico. Si no se conoce la cantidad exacta de agua, puede ser complicado lograr el equilibrio necesario entre los diferentes productos químicos. Un volumen bien calculado garantiza la efectividad de desinfectantes y otros aditivos necesarios para mantener la piscina en óptimas condiciones. Además, un tratamiento inadecuado puede resultar en problemas de salud para los nadadores y el deterioro de la infraestructura de la piscina.

Cómo regular el pH de la piscina

Regular el pH del agua es un proceso que requiere atención y precisión. Se recomienda realizar pruebas frecuentes utilizando kits específicos para medir el pH. Si se detecta que el pH está fuera del rango ideal, puede ajustarse mediante la adición de productos químicos apropiados. Para elevar el pH, se suelen utilizar carbonatos de sodio o bicarbonato, mientras que para reducirlo se puede emplear ácido muriático o ácido sulfúrico. Es importante seguir las instrucciones del fabricante respecto a las dosis y métodos de aplicación.

¿Qué es un tratamiento de choque?

El tratamiento de choque consiste en la aplicación de una dosis elevada de desinfectante, generalmente cloro, para limpiar el agua y restaurar su claridad y seguridad. Se recomienda realizar este procedimiento cuando se detecta un mal estado del agua, como turbidez, olor a cloro o presencia de algas. Este tratamiento es esencial no solo después de eventos específicos, como tormentas o alta afluencia de usuarios, sino también como parte del mantenimiento regular de la piscina.

Realizar un tratamiento de choque correctamente

Para llevar a cabo un tratamiento de choque de manera efectiva, es necesario seguir una serie de pasos específicos. A continuación se presentan las pautas a tener en cuenta:

  • Evaluar las condiciones del agua: Antes de iniciar el tratamiento, se debe comprobar el estado del agua mediante análisis, prestando especial atención al pH, la alcalinidad y los niveles de cloro.
  • Ajustar el pH: El pH debe estar en un rango adecuado (entre 7.2 y 7.6) para asegurar la eficacia del cloro. Si es necesario, ajustarlo utilizando productos específicos.
  • Calcular la dosis de cloro: La cantidad de cloro a utilizar dependerá del volumen de agua en la piscina y de la gravedad del problema. Generalmente, se recomienda aplicar entre 15 y 30 gramos de cloro por cada metro cúbico de agua para un tratamiento inicial eficaz.
  • Aplicar el cloro: Disolver el cloro en agua y verterlo uniformemente sobre la superficie de la piscina. Para un mejor resultado, es recomendable hacerlo por la tarde o al anochecer, evitando la exposición directa al sol que puede descomponer rápidamente el cloro.
  • Mantener la filtración activa: Es fundamental mantener el sistema de filtrado en funcionamiento durante al menos 24 horas después del tratamiento para asegurar una correcta distribución del cloro y la eliminación de contaminantes.

Tras completar el tratamiento, es recomendable realizar un análisis del agua para verificar que los niveles de cloro se encuentran dentro de los parámetros seguros, permitiendo así el uso de la piscina sin riesgos para la salud.

Gestión de algas en la piscina

La adecuada gestión de algas es un apartado crucial en el mantenimiento de cualquier piscina. Las algas pueden aparecer en entornos acuáticos donde las condiciones no son óptimas. Controlarlas es vital para asegurar la calidad del agua y la salud de los bañistas.

  • Desinfectantes a largo plazo: Algunos desinfectantes están diseñados para liberar principios activos lentamente, proporcionando una acción continua que mantiene el agua limpia durante el invierno.
  • Floculantes: Emplear floculantes contribuye a mantener el agua clara al aglutinar las partículas en suspensión, facilitando la filtración y evitando turbidez.

Preparación de la piscina para el frío

La preparación adecuada de la piscina para afrontar las bajas temperaturas es crucial. Estos pasos permiten garantizar que el agua y la estructura se mantengan en condiciones óptimas hasta la siguiente temporada de uso.

  • Limpiar la piscina: Antes de aplicar los productos de invernaje, es necesario realizar una limpieza profunda. Esto implica cepillar las paredes y el fondo, así como aspirar la suciedad acumulada.
  • Ajuste del pH: Es recomendable verificar y ajustar el pH del agua. Un pH equilibrado es esencial para potenciar la efectividad de los productos químicos durante el invierno, evitando problemas en el agua.
  • Segregación del agua: Si la piscina no se va a utilizar y se desea vaciar parcialmente, se debe seguir un procedimiento controlado para evitar daños en la estructura. En caso de mantener el agua, se deben utilizar cobertores para minimizar la contaminación.
  • Filtrado: Es aconsejable mantener el sistema de filtrado en funcionamiento de manera intermitente. Esta práctica evita el estancamiento del agua y ayuda a mantener la calidad, incluso en invierno.

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